Aquellos 3 días de septiembre de 1936

Almadén, en la provincia de Ciudad Real, a unos cien km de la capital de la provincia, es un pueblo conocido en el mundo entero desde tiempo inmemorial, debido al mercurio extraído de sus minas.

En el año 1936 contaba con unos siete mil habitantes. La explotación de las minas la hacía el Estado desde el siglo XVI y la población contaba con una Escuela de Ingenieros técnicos de Minas, fundada en el siglo XVIII como de Ingenieros de Minas, siendo entonces la primera de España y la cuarta de Europa. El desarrollo industrial de Almadén dio lugar a la creación de un magnífico Hospital para atender a los enfermos crónicos a que daba lugar la explotación del cinabrio, plaza de toros, una de las más antiguas de España, cárcel y los edificios docentes necesarios para los estudios de ingeniería.

Una población eminentemente minera, con un núcleo minero importante que, desde la revolución de Asturias en 1934, se había radicalizado y había hecho propio el mito de invencibilidad de los mineros asturianos.

El mismo día en que se conoce el levantamiento de África, las turbas se adueñan de Almadén. El llamado “Bloque”, especie de “Frente popular” específico de Almadén se hace cargo de la situación. De la explotación minera, de sus talleres, los camiones, de las fábricas de harinas e imprentas que se colectivizan. De las minas se hizo cargo un comité y sus instalaciones comenzaron de inmediato a usarse para fabricar material de guerra.

No podían salvarse las Iglesias. El domingo 19 de julio, a primera hora de la mañana el sacerdote Ángel Muñoz de Morales sale de su casa de la calle de Cervantes, a dos pasos de la Iglesia de San Juan. Va a acompañado de su hermano Ramón, 17 años, y se disponen a abrir la Iglesia y a celebrar en ella la Eucaristía dominical. No les da tiempo a cruzar la calle pues de un grupo de individuos surge uno de ellos que se enfrenta al sacerdote y le dice con la violencia propia del caso “Dame la llave, se han acabado las Misas”. En ese momento comienza el martirio de los sacerdotes de Almadén. Ángel regresa a su casa y allí permanecerá sin salir de ella hasta el día que le detengan. La sotana queda colgada en un armario.

Lo mismo sucedería y en la misma mañana al resto de los sacerdotes residentes en Almadén.

Las campanas de las Iglesias enmudecieron, Dios quedó encerrado en los Sagrarios y los sacerdotes se quedaron en sus casas. Todas las sotanas colgadas.

Almadén vivió a partir de aquel momento una atmósfera que presagiaba la tragedia.

Empezaron a llegar noticias. Todas malas. Algunas, muy pocas, no se confirmaron, pero otras desgraciadamente, sí.

El mismo día 18 de julio, cuando se da a conocer la sublevación del Ejército de África, la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Puertollano, ciudad minera como Almadén, es asaltada y la Iglesia incendiada y destruida Una conocida familia, es tiroteada muriendo el padre y sus tres hijos. El 25 de julio fue muerto a tiros un sacerdote y unos días más tarde el 5 de agosto, el Párroco y otro sacerdote procedentes de Puertollano, son asesinados en Almodóvar del Campo adonde habían sido conducidos.

Llega a Almadén otra terrible noticia: El Obispo de la Diócesis, D. Narciso Estenaga y Echevarría y su secretario D. Julio Melgar son asesinados en Ciudad Real el 22 de agosto. Pero no llegan estas novedades solas. Entre los días 15 al 30 de agosto una oleada de furia asesina cubre de sangre eclesiástica toda la provincia de Ciudad Real. En esa época se producen la casi totalidad de los 188 asesinatos de sacerdotes seculares o regulares, religiosos, novicios y colegiales que dice la “Causa General” que hubo en Ciudad Real.

En Almadén residían en aquellos días cuatro sacerdotes: D. Venancio González, D. Felipe Aparicio, D. Leovigildo Tena y D. Ángel Muñoz de Morales Sánchez Cano. Los tres primeros sacerdotes veteranos tanto en el Ministerio como en Almadén. El último, Ángel Muñoz de Morales Sánchez Cano, llegó a Almadén hace tres años recién consagrado sacerdote y es de Daimiel. El 11 de julio ha cumplido 25 años.

No quedan testigos ni testimonios de aquellos meses. Como en otros lugares los sacerdotes habrían decidido vestir como seglares, no reunirse de forma visible, salir lo menos posible a la calle y por supuesto atender las normas de la autoridad. Nada de campanas, las Misas a puerta cerrada y las Iglesias sin culto alguno.

¿Podemos imaginar siquiera la inquietud, el temor y las dudas que vivirían aquellos sacerdotes temiendo que de un momento a otro pudieran, sin causa alguna, venir a buscarlos para salir y no volver?

¿Quién o quiénes serían los primeros? ¿Vendrían a por todos o los seleccionarían uno a uno? En el pensamiento de los mayores, al que veían como menos probable de que se lo llevaran era el joven Muñoz de Morales. Tan solo tres años en Almadén. Poco conocido…Familia muy humilde. La madre viuda y tres hijos, dos de ellos menores de edad. No se había significado en nada No, ese joven sacerdote estaba a salvo….

¿Se confortarían mutuamente y se ayudarían a mantener la fe? A días cargados de pesimismo, sucederían otros más esperanzados…Cada cual se preguntaría ¿Acaso no he cumplido con mi deber y no he atendido a cuantos acudieron a mí? …No he hecho mal a nadie ni me he metido con nadie, ni siquiera he opinado sobre esto o lo otro. Pero entonces, ¿es que los que han sido muertos por ahí fuera, no fueron tan cumplidores como cualquiera de los de aquí?… Señor, se dirían, tanto esfuerzo, tanta dedicación, los sacrificios, la austeridad de todo tipo, los esfuerzos para ser ejemplar ¿voy a verme abandonado ahora?

Y vendrían a su imaginación el pasaje del Huerto de los Olivos, la noche de la víspera de la Pasión de Jesús…

Y a sonreír y mantener la calma delante de los otros curas, de los familiares y de los pocos amigos o conocidos…

Y los sobresaltos al oír, desde su casa, la frenada de un camión, voces en la calle o una llamada a la puerta presintiendo que era un desconocido o fuera de una hora normal.

Y cada cual comienza a preparar el presunto interrogatorio, las contestaciones a las preguntas que les pudieran hacer, el repaso una y otra vez…

Y buscando, de nuevo, en los textos sagrados, las promesas, las frases de consuelo, todo lo que pudiera servir de afianzamiento a la fe, ahora que con tantas tribulaciones y dudas se veía amenazada.

Y la tentación continua y permanente….

Y la vuelta a la “fortaleza”, rezar un rosario y otro, y sonreír y mantener la calma….

Y el miedo…Miedo al dolor físico a los culatazos, a las bofetadas. Miedo a perder, en trance tan sublime, la propia dignidad humana y sobre todo miedo a la muerte, a pasar la frontera y dudar en el último instante

Y así, un día y otro, durante dos meses….

Inimaginable el martirio que sufrieron aquellos cuatro sacerdotes durante esos dos meses. En especial los tres mayores, los más significados, a los que quizás se les podría haber escapado en algún momento alguna frase comprometida de condena de la situación.

Pero no… pasan los días y no pasa nada. Dios se ha compadecido de nosotros y el “Exterminador” está pasando de largo. Almadén va a ser un pueblo excepcional en el que no va a haber sacerdotes víctimas de la barbarie….

Al fin, el joven Sacerdote, el que parecía fuera de toda sospecha, es detenido. No podía Almadén permanecer impasible ante la oleada de barbarie que estaba asolando a la España cristiana. Y escogieron al más joven, al que todavía no tenía arraigo en la ciudad. Casi un extraño. Y como disimulado lo mezclaron con otras cuatro personas y todos ellos fueron ejecutados. Eran las primeras horas del 21 de septiembre de 1936….

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Visita al Seminario de Ciudad Real. 23 de abril de 2016

El 23 de Abril de 2016 un grupo de Amigos, se desplazó desde Almadén a Ciudad Real para visitar el Seminario Diocesano. Como se sabe desde el año 2011 la Asociación de Amigos tiene abierta la Beca «Ángel Muñoz de Morales » donde se reúnen donativos de ayuda al Seminario para la formación de sacerdotes. Los visitantes fueron muy bien atendidos y pasaron una jornada muy agradable conviviendo unas horas con los profesores y alumnos del Seminario.

Aquí están algunas de las fotografías de la visita.

AMIGOS DE ANGEL visitaron DAIMIEL, el 9 de marzo de 2016

El pasado 9 de marzo de 2016, sábado, más de veinte «Amigos» miembros de la «Asociación de amigos de Ángel de Almadén», se reunieron en Daimiel (Ciudad Real) para visitar los lugares más significativos en los que transcurrieron los primeros años de la vida del mártir Siervo de Dios Ángel de Almadén.

La Iglesia Parroquial de Santa María, fue el lugar donde se inició la visita. ´Su Párroco Don Valentín Vicente Sánchez recibió al grupo que se congregó alrededor de la pila bautismal donde el 23 de Julio de 1911 fue bautizado el Siervo de Dios Ángel Muñoz de Morales Sanchez- Cano.  En ese mismo lugar sus Amigos, llegados de diferentes lugares pero unidos por la misma convicción y propósitos, renovaron en esta visita las promesas que en su nombre hicieron sus  padrinos en sus respectivos bautismos. Dirigió la ceremonia el Parroco de Almadén y Consiliario de la Asociación Don Vicente Fernandez Espartero y González-Mohíño.

A continuación el grupo se dirigió al Monasterio de Nuestra Señora de la Victoria, Iglesia de las Mínimas, donde fueron recibidos por la Superiora Sor Rocío y otras hermaas que explicaron la razón de su congregación y la esperanza que tienen en que en breve la Hermana Sor Consuelo, natural de Daimiel muerta en 1956 y declarada Venerable, sea pronto canonizada. Los asistentes recibieron el regalo de un libro con su biografía y estampas conmemorativas.  

De camino a la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol pasaron por la calle Mártires, antes Emilio Nieto, donde en su número 3 estuvo la casa donde transcurriero los primeros años de la vida del mártir Ángel.

 A última hora de la mañana se visitó la Iglesia de San Pedro en la que esperaba para atender a los visitantes su Párroco Don Eulalio Asensio López.

Al finalizar cada una de estas visitas, los Párrocos respectivos y las Hermanas Mínimas recibieron como recuerdo de la Asociación una placa con la fotografía del Mártir Ángel, un ejemplar de su biografía y estampas recordatorios que servirán para que fieles de Daimiel conozcan a través de ellas el testimonio y la figura de Don Ángel.

Después del almuerzo que los asistentes se vieron acompañados por el Párroco de Santa María Don Valéntin Vicente Sánchez el grupo se dirigió a la Ermita del Cristo de la Luz, Padres Pasionistas, donde a las cinco y media de la tarde se celebró una Eucaristía. Dado que esta Iglesia ha sido designada como Puerta de la Misericordia los asitentes tuvieron la oportunidad de ganar el Jubileo del Año de la Misericordia.

Aquí está en fotografías el testimonio gráfico de tan excelente jornada.

https://1drv.ms/p/s!Aiuez-oHNq1uiyhouf-ifltImomI?e=GsHdJO

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ÁNGEL DE ALMADÉN

 

En el apartado «Noticias» de la web www.mudemo.es se da cuenta del acto celebrado en Almadén el 17 de julio de 2011,  en homenaje y recuerdo al que fue coadjutor de su Parroquia desde febrero del 34 hasta el 21 de septiembre de 1936 en que por odio a la fe y por dar testimonio de ella fue martirizado. En el curso de esa celebración se lanzó la idea de que se hace ya necesario constituir una Asociación para promover el conocimiento de Ángel y su devoción y en consecuencia pedir asiduamente su intercesión para evitar cuantas amenazas, riesgos y peligros presenta la vida cotidiana. Necesariamente esa Asociación debe de constituirse en Almadén, que es donde Ángel desarrolló el breve ministerio de su condición sacerdotal y donde recibió su martirio. Y como consecuencia de esa propuesta de Asociación surge la idea de que en lo sucesivo la referencia a nuestro Siervo de Dios Ángel, la hagamos brevemente como Ángel de Almadén. Queremos que Ángel sea un patrimonio espiritual de Almadén. En Almadén ejerció su ministerio y en Almadén, por su testimonio, alcanzó el martirio. Ahora deseamos que Almadén extienda su fama de santidad y que el esfuerzo de toda la ciudad, su tenacidad, su entusiasmo y sus oraciones, logran que en un plazo que deseamos breve, Ángel de Almadén sea glorificado. Si así lo hacemos, pondremos a Almadén a la altura de Asis, Padua, Siena, Avila, y tantos y tantos otros lugares que acompañan en el Santoral de la Iglesia Católica a sus hijos más preclaros. Así pues a partir de ahora….ÁNGEL DE ALMADEN

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